Durante 2012 y lo que va de 2013 comenzó una campaña internacional en contra de la falsificación de los equipos de audio, apoyada por los principales fabricantes, quienes están trabajando de la mano de las autoridades aduaneras de cada país para identificar los productos falsos que traten de ingresar.
Además, los fabricantes internamente están desarrollando algunos programas para que los instaladores y usuarios finales cuenten con las mejores herramientas para el reconocimiento de sus equipos. En algunos casos, están añadiendo en todos sus empaques una etiqueta de seguridad y un código QR, para que puedan escanearse y confirmar la autenticidad de los productos en línea.
La campaña internacional contra la piratería dio como uno de los primeros resultados la captura y condena en Reino Unido de un falsificador, catalogado por las autoridades como el más grande de este país, procesado después de instalar un sistema de audio con equipos falsificados en una escuela y al cual le decomisaron cerca de 4.000 equipos falsos.
En América Latina esta situación es mínima. De acuerdo a conversaciones que he tenido con diferentes distribuidores e instaladores, el nivel de piratería es muy poco y gracias al tamaño mediano de la industria en la mayoría de los países de la región, todos se conocen y saben cuando están circulando equipos falsos.
A lo que sí se enfrentan constantemente en Latinoamérica es a la llegada de equipos de baja calidad. Cuenta uno de los distribuidores de Colombia que “Alguien que quiere ganarase un dinero viaja a Miami u otros puertos, compra un contenedor lleno de equipos de audio de baja calidad y los trae al país. Gracias a que todos nos conocemos rápidamente se riega el cuento y se evita la distribución”.
Afortunadamente, la industria AV latinoamericana es un mercado cada vez más profesional, lo que garantiza un difícil camino para el ingreso de los equipos falsos o de baja calidad a nuestra región.
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